Lo Nuevo

Su amigo lo infla por el ano y le revienta los intestinos

-Sucesos- Maracaibo.- Los juegos pesados dentro de la cauchera La Bendición de Dios, en la avenida principal de Ciudad Lossada, acabaron cuando el “Cali” introdujo una manguera de aire comprimido en el ano de Ángel Gabriel González, de 23 años.





La cavidad abdominal del muchacho se infló y seguidamente se desmayó. Su compañero lo trasladó hasta el Hospital Adolfo Pons, donde ingresó con los intestinos reventados.

Los familiares de Ángel se encuentran frente a la emergencia del centro hospitalario. Siempre atentos a las noticias que los médicos proporcionan a cada hora sobre el estado de salud del muchacho. “Los intestinos se le reventaron y también se le lesionó el colon”, indicó la cuñada de la víctima, quien prefirió no identificarse.

Los trabajadores de la cauchera contaron que el “Cali” y Ángel, quien era uno de los encargados del local, acostumbraban a jugarse de forma pesada. El pasado miércoles a las 12.00 del mediodía, el dueño de la cauchera salió por unas horas para hacer unas diligencias. Apenas el jefe se dio la vuelta, el “Cali” y Ángel comenzaron con la algarabía. Ambos compañeros se calmaron y siguieron con su trabajo. Había mucha clientela, contó Donaldo Castillos, amigo del dueño del establecimiento.

Ángel se paró un poco inclinado para arreglar un rin. Estaba desprevenido cuando el “Cali” sigilosamente se acercó por detrás, le bajó el short y le introdujo la manguera con aire comprimido por el recto, explicaron los compañeros de trabajo del lesionado.

“Al joven se le infló el abdomen. Eso fue impresionante. El ‘Cali’ al ver que realmente lo lastimó soltó la manguera y se arrodilló junto a su cuerpo que cayó al suelo inconsciente”, recordó Castillo.

Angustiado, el “Cali” levantó a su compañero del piso, lo subió a un taxi y lo trasladó hasta el hospital Adolfo Pons, donde los médicos lo atendieron enseguida debido a su estado crítico. El muchacho esperó unas horas afuera de la emergencia, pero el miedo lo atacó y huyó.

Con fe

Los González rezan por la salud de Ángel. Es padre de dos niños: uno de tres y otro de un añito. Lleva 72 horas sedado en la Unidad de Cuidados Intensivos.

La cuñada de la víctima no recuerda el nombre del “Cali”. Solo sabe que trabajaba con su pariente y que huyó por miedo. Aseguró que tanto el dueño de la cauchera como la familia del muchacho les han brindado apoyo. Ángel es muy querido en su trabajo.

La víctima y su agresor son amigos desde hace años. Viven en los apartamentos de Ciudad Lossada. Solían lanzarse cauchos y herramientas con frecuencia. Sus compañeros están seguros de que el "Cali" nunca buscó lastimarlo.


Fuente: laverdad.com