A Prepararse para lo peor Por Darwin Chávez
Todas las expectativas están fijadas en torno a lo que pudiera ocurrir el próximo viernes 10 de enero, cuando constitucionalmente debe juramentarse el nuevo presidente de la República.
Inclusive, hay quienes consideran que Edmundo González Urrutia terminará de asumir la Presidencia de la República, a pesar de que todas las evidencias apuntan a que el régimen dará un salto al vacío e impondrá a Nicolás Maduro para un nuevo período presidencial.
Ante esta posibilidad real de que Edmundo no asuma el cargo, ¿todo está perdido?
No, en lo absoluto, y esto muy a pesar de que el régimen y sus aliados “normalizadores” han pretendido sembrar la tesis de que no hay nada que hacer y que el único camino es una nueva alternativa opositora que, supuestamente, tenga los pies en la tierra.
¿Cómo no caer en la desesperanza? Desde Verdades y Rumores siempre hemos mantenido la tesis de que, ante estos escenarios, lo recomendable es estar preparados para lo peor.
Siempre debemos recordar que estos tipos juegan duro y lo están apostando todo para permanecer en el poder, sin importar en lo absoluto que para ello están pateando la Constitución Nacional y además burlándose de la voluntad popular que se expresó en las elecciones del 28J.
¿Y si hay una insurrección militar que restituya el respeto a la Carta Magna?
Esta posibilidad continúa latente y de ahí los rumores que, de distintos calibres, han venido circulando en los últimos días.
¿Tendrán los militares el coraje de impedir la consumación final del golpe de Estado?
Ojalá que sí, ya que, como hemos expresado en otros editoriales, una acción como esa le devolvería a la Fuerza Armada Nacional buena parte de la confianza de los venezolanos.
La única certeza que existe en estos momentos es que, a partir de una ilegítima e ilegal juramentación de Nicolás Maduro para otro período presidencial, iniciamos una nueva etapa en la lucha.
Una etapa que en nada se parece al experimento fallido del gobierno interino de Juan Guaidó, que nunca tuvo lógica constitucional y al final se desvió hacia un festín que se vivieron unos pocos.
Aquí es algo totalmente diferente…
¿Por qué es diferente? Porque mientras Maduro nunca pudo demostrar con las actas su supuesta victoria el 28J, las fuerzas democráticas lideradas por María Corina Machado sí lograron demostrar al mundo que el pueblo por amplia mayoría votó por Edmundo González.
De ahí que Maduro nunca tendrá legitimidad y, ante los ojos del mundo democrático, simplemente se robó las elecciones, lo que claramente ocasionará una crisis de gobernabilidad de graves proporciones; por más que los “normalizadores” y sus escribanos se empeñen en afirmar que hay que cambiar el rumbo, buscar alternativas de cohabitación y la infaltable acusación de que todo es culpa de María Corina.
No hay duda de que el 10E comienza una compleja era en la lucha por rescatar la democracia.
Una nueva era que se sustenta en la defensa de la voluntad popular.
La verdad está de nuestro lado y al final terminará triunfando.
Fuente: verdadesyrumores.com
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