El Nuevo Herald: Estados Unidos sancionará a empresas extranjeras que negocien con militares de Cuba
En un paso significativo para implementar la “política de mano dura contra Cuba” prometida por el secretario de Estado, Marco Rubio, Estados Unidos sancionará a las empresas extranjeras que negocien con empresas militares en Cuba como parte de una campaña de máxima presión sobre la isla comunista.
Nuevo Herald
Una fuente con conocimiento de la orden ejecutiva declaró al Miami Herald que las sanciones se dirigirán a cualquier empresa que brinde “apoyo directo o indirecto a empresas propiedad directa o indirecta del ejército cubano”, lo que en la práctica amplía los efectos de las sanciones estadounidenses para incidir en empresas de terceros países.
Las nuevas sanciones se derivan de un nuevo memorando de seguridad nacional firmado por el presidente Donald Trump el lunes, que establece una nueva política hacia Cuba destinada a poner fin a las prácticas económicas que benefician desproporcionadamente al gobierno cubano, a sus agencias o personal militar, de inteligencia o de seguridad, a expensas del pueblo cubano”.
El nuevo memorando amplía uno similar firmado por el presidente durante su primer mandato. También prioriza garantizar el cumplimiento de la prohibición de hacer turismo en Cuba, apoyar el embargo económico e intensificar los esfuerzos para ampliar el acceso a internet y el libre flujo de información a los cubanos.
El memorando ordena al Departamento del Tesoro y a otras agencias elaborar una lista de empresas vinculadas a las agencias militares y de seguridad cubanas, así como regulaciones que prohíban las transacciones financieras directas o indirectas con dichas entidades o subentidades. Las remesas a Cuba y los viajes legales no se verán afectados por la prohibición, según el memorando, aunque el Departamento del Tesoro deberá realizar auditorías periódicas de los viajes a Cuba.
El Tesoro también ampliará la definición del término “funcionarios prohibidos del Gobierno de Cuba” para incluir a todos los empleados del Ministerio del Interior y las Fuerzas Armadas y a todos los empleados del Tribunal Supremo, entre otros.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba controlan gran parte de la economía de la isla a través de un conglomerado conocido como GAESA, que ya se encuentra bajo sanciones estadounidenses. GAESA posee varios hoteles, muchos de los cuales son arrendados o administrados por cadenas hoteleras extranjeras, además de la mayoría de las tiendas de comestibles, almacenes, empresas de logística, gasolineras y otros negocios rentables. Cuba ha estado bajo un embargo comercial y financiero estadounidense durante casi tanto tiempo como el gobierno de los hermanos Castro, pero esas restricciones afectan a entidades bajo jurisdicción estadounidense. Las nuevas regulaciones, conocidas como sanciones secundarias, están diseñadas para impedir que terceros países comercien con naciones o entidades sujetas a sanciones estadounidenses.
A pesar de las dificultades económicas, el gobierno cubano ha logrado eludir el embargo estadounidense y comprar suministros de varios países, tener cuentas bancarias en el extranjero y asociarse con empresas extranjeras en empresas conjuntas. Las empresas de GAESA realizan una parte significativa de esta actividad económica. Esto, a su vez, convertirá a la mayoría de las empresas extranjeras que comercian con Cuba en un objetivo.
La lista de interacciones comerciales que podrían exponer a una empresa extranjera a las nuevas sanciones es extensa. Por ejemplo, la cadena hotelera española Meliá gestiona 33 hoteles en la isla, algunos de los cuales están asociados con Gaviota, una empresa turística de GAESA.
Las empresas extranjeras con negocios en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, bajo el control de GAESA, o que utilizan las instalaciones del puerto de Mariel administradas por Almacenes Universales, la empresa de logística y transporte de GAESA, también podrían ser sancionados, afirmó la fuente, al igual que las empresas extranjeras que utilizan tarjetas emitidas por el Banco Financiero Internacional y Fincimex, dos de las instituciones financieras de GAESA, que actualmente se necesitan para comprar gasolina o comestibles en la isla.
Es probable que las medidas desaten una controversia diplomática, ya que empresas de varios aliados europeos y del hemisferio occidental tienen presencia en la isla. En 2023, España se convirtió en el segundo socio comercial de Cuba, superado solo por Venezuela. China le sigue en tercer lugar y Rusia en sexto, pero la lista de los diez principales socios comerciales incluye a varios otros aliados de Estados Unidos como Canadá, México, Brasil, Alemania, Países Bajos e Italia. Sin embargo, invertir en la isla siempre ha conllevado riesgos.
El mes pasado, el gobierno cubano congeló las cuentas bancarias de empresas extranjeras e impuso restricciones a la repatriación de sus ganancias en divisas, alegando dificultades financieras.
A corto plazo, la crisis económica de Cuba será significativa si las pocas empresas extranjeras con inversiones en la isla se marchan para evitar las sanciones. La cadena de suministro del país podría verse afectada por el rechazo de pedidos por parte de exportadores extranjeros por temor a ser descubiertos apoyando al ejército.
Y los bancos extranjeros, ya temerosos de las multas masivas impuestas por el Departamento del Tesoro a los bancos que violen sus políticas de sanciones, estarán aún menos dispuestos a procesar transacciones que involucren a empresas cubanas que posteriormente podrían descubrirse controladas por el ejército cubano.
En noviembre pasado, el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Oscar Pérez-Oliva, declaró que había 328 empresas con capital extranjero en la isla. Solo 62 eran 100% de propiedad extranjera, mientras que 112 eran empresas mixtas.
El resto, 184, eran contratos de asociación económica internacional, la relación comercial preferida por las empresas turísticas extranjeras que administran hoteles en Cuba. Varias empresas estadounidenses, incluidas algunas propiedad de cubanoamericanos de Miami, exportan a Cuba alimentos y medicamentos autorizados que se benefician de exenciones del embargo.
Muchos también han recibido autorizaciones especiales (licencias individuales) para exportar otros bienes a la población cubana o a empresas privadas. No está del todo claro si esas regulaciones también se aplicarían a esas empresas estadounidenses. Aun así, es probable que estas compañías invoquen esas licencias o las exenciones establecidas por ley a la luz de las nuevas normas para continuar operando. El gobierno de Donald Trump busca apretarle las tuercas al régimen cubano en un momento crítico para la isla de gobierno comunista.
Con Raúl Castro cumpliendo 94 este año, una transición de poder parece probable. Sin embargo, es posible que no sea una transición a la democracia pues el ejército de la isla parece ser el verdadero poder tras bambalinas.
Bajo el gobierno de Raúl, el ejército ha acumulado un vasto poder económico y político. El poder, principalmente a expensas del pueblo cubano. Una investigación del Miami Herald descubrió que Gaviota tenía más de 4 mil millones de dólares en sus cuentas bancarias, fuera del alcance del gobierno central cubano, en un momento en que la población sufría escasez de alimentos y medicinas, además de apagones diarios.
El gobierno de Trump también tendrá que lidiar con las consecuencias de las nuevas medidas en la población de una isla a solo 145 kilómetros de Florida, que ya enfrenta condiciones de vida cercanas a las de un estado fallido. Incluso si las sanciones afectan a las empresas militares, es probable que contribuyan al deterioro de las condiciones de vida de los cubanos en la isla, dada la gran influencia económica de GAESA y cómo desvía las divisas que llegan a la isla del gasto público en servicios sociales.
Si las nuevas sanciones funcionan según lo previsto, restringiendo aún más la capacidad del país para comerciar y asociarse con empresas extranjeras, el gobierno cubano se enfrentaría a una presión urgente para controlar al ejército cubano y devolver parte de sus negocios a entidades civiles. Sin embargo, el liderazgo cubano, compuesto principalmente por generales que se han resistido a las reformas y se han aferrado al poder durante décadas, probablemente opte por seguir apoyándose en aliados políticos como Rusia, Irán o Venezuela.
Aun así, esta última opción ya no garantiza la supervivencia del régimen, ya que estos países también enfrentan dificultades económicas e incluso aliados como China, también bajo régimen comunista, prácticamente han exigido al gobierno que emprenda reformas de mercado sustanciales antes de realizar inversiones significativas en la isla.
Fuentes: albertonews
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