Argentina y Estados Unidos negocian liberación del gendarme Manuel Gallo
La detención del gendarme argentino Nahuel Gallo en Venezuela ha encendido las alarmas diplomáticas en Buenos Aires y Washington. Ambos gobiernos intensifican gestiones —algunas públicas, otras bajo absoluta reserva— para lograr su liberación.
El canciller argentino, Gerardo Werthein, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, lideran los esfuerzos desde Argentina. Mientras tanto, en Estados Unidos, la administración de Donald Trump mantiene el caso como una “prioridad”, calificando la detención como arbitraria e ilegítima, publica El Nacional.
Según fuentes diplomáticas, el secretario de Estado, Marco Rubio, desempeña un papel central en las negociaciones, tras haber intervenido recientemente en la liberación de seis opositores venezolanos refugiados en la embajada argentina en Caracas.
Rubio impulsa una agenda que busca presionar a los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua, utilizando su influencia dentro del gabinete estadounidense para aumentar la presión internacional sobre Nicolás Maduro, Miguel Díaz-Canel y Daniel Ortega.
El portal Infobae reportó que Gallo forma parte de un grupo de 17 extranjeros encarcelados bajo lo que Washington considera detenciones políticas. Entre los prisioneros figuran ciudadanos de Colombia, España, Perú, Ecuador, Bolivia, Puerto Rico, Ucrania, Alemania, Italia, Guyana, República Checa, Cuba y Holanda.
En Caracas, sin embargo, las autoridades manejan una lógica distinta: los prisioneros son vistos como fichas de negociación. De acuerdo con funcionarios estadounidenses, la administración de Maduro solo estaría dispuesta a liberar a estos detenidos a cambio de concesiones políticas o diplomáticas.
En ese marco, Washington habría comunicado a Buenos Aires la posibilidad de incluir a Gallo dentro de este espacio de negociación.
El gendarme argentino fue arrestado el pasado 8 de diciembre por fuerzas de seguridad venezolanas tras cruzar la frontera terrestre desde Colombia. Según la versión oficial argentina y el relato de su familia, Gallo viajaba a Venezuela con el único objetivo de visitar a su esposa e hijo.
Sin embargo, las autoridades venezolanas lo acusan de integrar un supuesto grupo de 125 “mercenarios” vinculados a planes para atentar contra la vicepresidenta Delcy Rodríguez. Caracas incluso responsabilizó al gobierno de Javier Milei de estar “directamente involucrado” en la conspiración.
La situación de Gallo se suma a la creciente tensión en la región, en un contexto de negociaciones marcadas por acusaciones cruzadas, presiones políticas y estrategias de canje.
Fuentes: diarioversionfinal
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