Venezuela frente al ACV: Una emergencia silenciosa que exige conciencia y prevención
Como parte del Día Mundial del Accidente Cerebrovascular (ACV), el doctor Adler Puerta, médico internista, neurólogo y miembro de la directiva de la Sociedad Venezolana de Neurología, ofreció una profunda reflexión sobre el impacto de esta patología en Venezuela y la urgente necesidad de fortalecer la prevención y la capacidad de respuesta del sistema de salud.
“El ACV es una obstrucción arterial o rotura de arterias dentro del cerebro. Se produce en forma abrupta, tiende a generar síntomas persistentes y puede dejar discapacitada a la persona”, explicó Puerta.
El especialista señaló que existen dos tipos principales: el isquémico, que representa entre 80% y 85% de los casos y se debe a la obstrucción de arterias; y el hemorrágico, que representa entre 15% y 20% y ocurre por rotura de vasos sanguíneos dentro o alrededor del cerebro.
Esta enfermedad, indica el médico, es la principal causa de discapacidad en el mundo, la segunda en Latinoamérica y también en Venezuela.
“En cuanto a la mortalidad, es la segunda causa de muerte en el mundo después de las enfermedades cardiovasculares. En Venezuela, según los anuarios más recientes publicados en 2021, que corresponden a datos de 2016, es la cuarta causa de mortalidad”, detalló.
Aunque a nivel global no se ha registrado aumento relativo en la incidencia del ACV -gracias a mejoras en diagnóstico y prevención- ha habido incremento absoluto de casos.
“Es una enfermedad que se presenta con mayor frecuencia a medida que aumenta la edad, y como ha crecido la expectativa de vida y la población, también ha aumentado el número de casos”, señaló el experto.
En países de bajos ingresos, una de cada cuatro personas podría sufrir un ACV a lo largo de su vida.
Aumento de ACV en jóvenes: hipertensión, tabaquismo, obesidad y estrés
Puerta alertó sobre el aumento de casos en personas menores de 50 años, que ya representan entre 10 % y 15 % de los pacientes.
“En la última década se ha visto un aumento de hasta 40% en este grupo etario debido al incremento de factores de riesgo como la hipertensión arterial, la diabetes, el tabaquismo y la obesidad desde edades tempranas”, indicó.
En cuanto a la carga genética, el especialista aclaró que lo que se hereda no es el ACV en sí, sino los factores de riesgo.
“Una persona con un padre que haya sufrido un ACV antes de los 65 años tiene tres veces más riesgo de padecerlo. Pero también se transmiten hábitos: hijos de fumadores tienden a fumar, o a no hacer actividad física si sus padres tampoco la hacen”, dijo.
Añadió que el estrés también representa un papel importante: “Está relacionado con la producción de ACV y enfermedades cardiovasculares. No de forma directa, pero sí porque genera cambios fisiopatológicos como aumento de la presión arterial, frecuencia cardíaca o arritmias como la fibrilación auricular”.
Sobre la capacidad del sistema de salud venezolano para atender esta emergencia, el panorama es preocupante.
“En Venezuela no existe un marco legal que obligue a la atención del ACV como sí ocurre en países como Colombia, donde se considera una enfermedad de riesgo vital. Aquí no contamos con sistemas de atención prehospitalaria ni con suficientes centros públicos que tengan los métodos diagnósticos y tratamientos adecuados”, señaló el neurólogo.
Precisó que la mayoría de los tratamientos, como la trombólisis -que permite destapar arterias obstruidas-, solo están disponibles en clínicas privadas, lo que limita el acceso para la mayoría de la población.
Prevenir el ACV requiere control médico, educación temprana y políticas de salud
Puerta recordó que muchos factores de riesgo del ACV son prevenibles.
“La hipertensión arterial es el principal. También están la diabetes, el aumento de lípidos, la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo, el mal sueño y las arritmias no diagnosticadas. Pero si una persona no puede acudir a consulta o no puede adquirir medicamentos de calidad, ese riesgo no se controla. Y eso tiene que ver con el estrato social en el que se encuentra”, afirmó.
En cuanto a la detección temprana, el especialista destacó la importancia de educar a la población y al personal médico.
“En Venezuela estamos promoviendo el epónimo ACV para reconocer los síntomas: A de alzar un brazo (debilidad), C de cara (asimetría facial) y V de voz (dificultad para hablar o entender). También se incluyen síntomas como pérdida de equilibrio, visión o dolor de cabeza súbito. Si se presentan, hay que actuar con velocidad”, explicó.
Sin embargo, advirtió que “no sirve de nada que la persona acuda rápido si el sitio al que va no tiene cómo hacer el diagnóstico”.
Sobre la diferencia entre un ACV isquémico y uno hemorrágico, Puerta fue claro: “Los síntomas son muy similares. Tal vez el dolor de cabeza súbito y explosivo es más común en la hemorragia subaracnoidea, y los pacientes hemorrágicos suelen tener cifras de tensión más altas. Pero la única manera de diferenciarlos es con una tomografía. No se puede inventar”.
El médico subrayó la necesidad de una política de prevención primordial: “Hay que educar desde la niñez para evitar que aparezcan los factores de riesgo. Eso es responsabilidad del Estado: regular el consumo de productos procesados, bebidas azucaradas, promover la actividad física y el acceso a consultas desde edades tempranas”.
Hizo un llamado a sus colegas: “Los médicos deberíamos comunicar más, usar las redes sociales de forma eficaz. No para ser influencers, pero sí para educar”.
Jornadas de actualización y prevención
Como parte de las actividades conmemorativas, el 31 de octubre se celebrarán en Caracas las Segundas Jornadas Interdisciplinarias de ACV, organizadas por la Sociedad Venezolana de Neurología, un evento de educación médica continua que reunirá a especialistas nacionales e internacionales en el Hotel Pestana, en Caracas, desde las 7:00 am hasta las 6:00 pm.
Puerta destacó que esta jornada busca actualizar conocimientos sobre prevención, diagnóstico y tratamiento del ACV.
“Ya no se puede actuar como hace 15 años, cuando se pensaba que no había nada que hacer. Hoy sabemos que hay mucho por hacer antes, durante y después del ACV”, dijo.
Por: El Nacional / Foto: Cortesía

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