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Shakira, Alexandre Pires e Ivete Sangalo: lo mejor de la clausura

-Brasil 2014- No hubo escuelas de samba, como se había especulado. Tampoco un alarde de trajes y fantasías como las que cualquiera hubiera esperado para la clausura de un encuentro deportivo de la talla del Mundial de Fútbol Brasil 2014. 




Mucho menos un acto musical encabezado por los Dioses del Olimpo brasileño: Caetano Veloso, Chico Buarque, María Bethania, Gal Costa y, por qué no, hasta Daniela Mercury. Y sin embargo, la austera ceremonia de cierre de la Copa del Mundo no despertó la misma lluvia de críticas de la inauguración.

Dieciocho minutos animados sobre todo por los llamados  "mestre de sala" y "portabanderas", dos de las figuras más importantes de las escuelas de samba del carnaval carioca, quienes  vestidos con sus llamatidos atuendos, enarbolaron los estandartes de cada uno de los 32 países participantes en el Mundial.

A las 2:20 de la tarde comenzó la fiesta a ritmo de tambores, que fueron acompañados paulatinamente por músicos,  bailarines,  mulatas ataviadas  con diminutos disfraces dorados –¿en alusión al trofeo?–, y hasta dos jugadores vestidos con los uniformes de Argentina y Alemania, quienes demostraron con malabarismos que tenían mucha más pericia con el balón que la oncena de Brasil durante toda la competencia. 

Enfundada en una malla color carne, y con una falda y un top color carmesí, la cantante colombiana Shakira demostró tener cualidades suficientes para para este tipo de eventos de grandes dimensiones.

Además de tocar los tambores, y mover sus famosas caderas, la barranquillera interpretó –dobló, habría que decir más bien– el tema La la la (Brasil 2014), que muchísimos fanáticos convirtieron en el himno oficial del encuentro deportivo, por encima de We are one (Somos uno solo), que cantan Jennifer López y el rapero cubano estadounidense Pitbul.

A su lado, el músico, percusionista, cantante y productor Carlinhos Brown –de chaqueta y pantalón negro, camisa blanca, y un tocado de plumas sobre la cabeza– se limitó a entonar el "la la la" –estribillo de la canción Dare–, y a dar saltitos a un lado y al otro del escenario.

Sumamente desaprovechado, el "tribalista" no tuvo ocasión de hacer alardes de su característica samba-reggae. Mucho menos de deleitar al público con las alegres improvisaciones que suele hacer sobre el escenario en cada uno de sus shows.

Mucho mejor le fue al cantautor mineiro Alexandre Pires,  exvocalista del grupo Só Pra Contrariar, quien –vestido con chaqueta gris ratón, y pantalones y camisa gris clara–  interpretó el tema Dar um jeito. We Will find a way. Y ello acompañando por el rapero haitiano Wyclef Jean y el guitarrista mexicano Carlos Santana, que interpretaron We will find a way.

Pero fue la bahiana Ivete Sangalo quien le puso la samba y el axé a la clausura de la Copa del Mundo. Con un traje largo color verde, Sangalo interpretó pequeñísimas de canciones brasileñas como Levanta poeira, Domingo eu vou ao Maracanã –un clásico de reminiscencias futbolísticas y hasta Explode coração,

Al grito de "Meu Brasil, a gente te ama" (Mi Brasil, la gente te ama) fue ella quien selló entonces la tan esperada ceremonia de clausura musical, que acabó segundos después con los fugaces acordes de una de las  más populares canciones brasileñas de todos los tiempos: Aquarella do Brasil, escrita por el compositor mineiro Ary Barroso en 1939.