Estudio de Universidad de Amsterdan revela que la gente de derechas tiene las amígdalas cerebrales más grandes que los izquierdistas
Un estudio reciente de la Universidad de Ámsterdam ha confirmado que las diferencias en las opiniones políticas pueden estar relacionadas con variaciones anatómicas en el cerebro. Según la investigación, publicada en la revista iScience, los votantes conservadores presentan amígdalas cerebrales ligeramente más grandes que los progresistas, lo que refuerza hallazgos previos sobre la conexión entre ideología política y estructura cerebral.
El equipo de científicos, dirigido por Diamantis Petropoulos, analizó los escáneres cerebrales de 928 participantes, cuyas edades oscilaban entre los 19 y 26 años, utilizando resonancias magnéticas para estudiar las regiones del cerebro relacionadas con la toma de decisiones y la percepción de amenazas. Los resultados muestran que los votantes conservadores, en promedio, tienen un mayor volumen de materia gris en la amígdala, una región cerebral asociada con la respuesta al miedo y la incertidumbre.
Relación entre el tamaño de la amígdala y la ideología
Petropoulos explicó que la amígdala, al estar involucrada en la percepción de amenazas y la necesidad de seguridad, podría estar más desarrollada en personas con tendencias conservadoras, quienes suelen mostrar mayor sensibilidad a riesgos y cambios sociales. «La amígdala juega un papel crucial en la interpretación de amenazas, lo que se alinea con la necesidad de mayor seguridad y estabilidad en personas con ideologías más conservadoras», afirmó.
Este hallazgo sigue mostrando una correlación significativa entre el tamaño de la amígdala y el conservadurismo. Sin embargo, el equipo no encontró la misma relación en el córtex cingulado anterior (ACC), una región que en estudios anteriores se había asociado con menor volumen en votantes conservadores y que está implicada en el control de impulsos y la regulación emocional.
Un análisis más amplio y matizado
El estudio amplió el análisis al contexto multipartidista de los Países Bajos, donde se observaron diferencias aún más interesantes. Por ejemplo, los votantes que se identificaban con partidos socialistas, con posturas económicas de izquierda pero valores sociales conservadores, mostraron mayor volumen de materia gris en la amígdala, similar a lo observado en los conservadores tradicionales.
Además de la amígdala, los investigadores encontraron una asociación entre el volumen de materia gris en la circunvolución fusiforme derecha —una región del lóbulo temporal relacionada con el reconocimiento facial y la percepción visual— y las posturas conservadoras, tanto en lo económico como en lo social. Este hallazgo sugiere que ciertos aspectos del procesamiento visual y cognitivo podrían estar vinculados con la manera en que los votantes perciben a los líderes políticos y las ideologías que representan.
Futuras investigaciones
Aunque las resonancias magnéticas proporcionan información sobre las diferencias anatómicas en el cerebro, los autores del estudio señalaron que futuras investigaciones deberían enfocarse en comprender las conexiones funcionales entre la amígdala y otras regiones cerebrales para entender mejor cómo estas variaciones estructurales influyen en las decisiones políticas.
El estudio abre nuevas preguntas sobre cómo la biología cerebral interactúa con factores sociales y culturales para dar forma a las creencias políticas de las personas. Sin embargo, Petropoulos advierte que estos resultados no deben interpretarse como una predestinación, sino como una pieza más en el complejo rompecabezas de la formación de opiniones políticas.
Fuentes: informeorwell
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