¿Quién es Mariana González? La adolescente que le escribió una carta a su madre y le dice que quiere morir
Mariana González fue detenida el 29 de julio de 2024 en el contexto de las protestas postelectorales. Ella y su novio estaban caminando en la tarde de ese día. El plan era ir a comer perros calientes y todo parecía marchar bien hasta que fueron interceptados por presuntos funcionarios que aseguraban que había un toque de queda y nadie podía estar en la calle. A Mariana y a su novio se los llevaron detenidos para el fuerte Paramacay, a cuarenta minutos de distancia de donde se encontraban en ese momento.
Desde ese 29 de julio, la vida de la madre de Mariana González se transformó por completo. La espera por volver a ver su hija de tan solo 16 años de edad en casa se hace cada vez más agotadora, a pesar de su insistencia, todo pareciera indicar que Mariana seguirá injustamente tras las rejas en Venezuela.
Las pocas veces en las que su madre ha podido hablar con ella la nota demacrada, cansada y deprimida. Mariana, como otros tantos adolescentes venezolanos, ha manifestado la intención de acabar con su vida para poner fin a la situación que vive actualmente.
“A ella la maltrataron, le pusieron las costillas moradas, tenía chichones por todos lados, le arrancaron las pestañas y la pusieron a dormir en un piso de piedras”, dijo la madre de Mariana González a Efecto Cocuyo en una conversación telefónica.
El testimonio de Mariana ha tomado particular prominencia en medios de comunicación desde el martes 3 de diciembre, cuando se conoció una carta que ella le envió a su madre y dónde, de su puño y letra, dice que tiene intenciones de acabar con su vida porque la situación en la que se encuentra es insostenible.
¿Qué pasó con la adolescente Mariana González? La detención y la tortura
Mariana y su novio decidieron salir por la tarde del 29 de julio de 2024 en los alrededores de Naguanagua. La madre de Mariana asegura que su hija estuvo todo el día en casa, en gran parte para evitar encontrarse con cualquier protesta o altercado en la calle.
Aquel día, gran parte de Venezuela se manifestó en contra de los resultados presidenciales emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en los que, sin pruebas, daban como ganador a Nicolás Maduro sobre Edmundo González Urrutia.
“A mi hija le dijeron que había un toque de queda cuando ella y su novio estaban volviendo a casa. Eran unos tipos encapuchados vestidos de civil. A ellos los subieron en una camioneta y los golpearon. Desde ahí los llevaron al fuerte Paramacay”, recordó la madre de Mariana González.
En las primeras horas de su detención, Mariana vio cómo los funcionarios militares golpeaban sin parar a su novio. Era una forma de tortura. La idea era obligarla a ella y los jóvenes detenidos en ese lugar, a grabar un video en el que asumieran la responsabilidad por las protestas ocurridas ese día en Valencia, pero también para que dijeran que habían sido pagados por factores de la oposición venezolana. Algo a lo que Mariana se negaba a pesar de ver en las condiciones en las que estaba detenida.
“Un militar le quitó el teléfono a mi hija. Ella tenía fotos privadas ahí. El tipo se las mostró a otros militares y le dijo a mi hija que si se acostaba con él, entonces la ponía en libertad”, contó la madre.
Mariana pasó tres días sin tomar agua y cinco sin comer. Luego de llevarla al Palacio de Justicia de Valencia, pedía a gritos que no la devolvieran al fuerte Paramacay. Ahora se encuentra detenida en el Comando de la Policía Nacional Bolivariana de Tocuyito, junto a presas comunes. La acusan de terrorismo, incitación al odio y destrucción de la vía pública.
Desde entonces, Mariana le expresaba a su madre que ya no quería seguir viviendo.
¿Qué dice la carta de Mariana González?
La historia de Mariana González fue compartida por su madre a distintos medios de comunicación durante los primeros días del mes de octubre. Para ese momento, la madre de Mariana pidió mantener el anónimato de su hija, así como el de ella con dos motivos principales: evitar represalias y por la esperanza de que esto quizá ayudaría a una liberación expedita. Sin embargo, esto no ha ocurrido.
Es por eso que, el lunes 2 de diciembre, en una vigilia realizada por las familiares de los adolescentes detenidos en el contexto de las protestas postelectorales, la madre de Mariana decidió dar a conocer una carta que le hizo llegar su hija.
A continuación, podrá ver la carta escrita por Mariana González, más abajo está la transcripción de la misma lograda gracias a herramientas de inteligencia artificial.
“20-11-24
Hola mamita de mi corazón, espero estés muy bien ♥. Yo estoy aquí en lo que cabe, estoy muy agotada y cansada. Siento que ya no puedo más con este proceso tan horrible, mami. Todo lo que yo he pasado por algo que yo no hice, tú sabes que yo soy inocente, mamá, me siento tan mal. Tengo ansiedad y mucha depresión. Me hace tanta falta mi familia y mis sobrinas y tú mi reina que van 4 meses sin estar con ustedes. Sin asistir a mis estudios, sin nada. Me quitaron todo y la verdad yo no merezco esto. Nadie merece esto tan horrible. Siento que cada día que pasa se me complica todo más y más. Yo no quiero pasar Navidad aquí sin mi familia. Todas las noches pido a Dios que me dé fuerza y que me ayude. Siento que ya no puedo más y que me quedo sin fuerzas, sin ánimo y sin ganas de vivir.
¿Por qué vivir? ¿Para qué? Si no tengo nada, ni a mi familia conmigo. Los extraño tanto. Además, nadie quiere vivir encerrada por algo que no hizo. Yo no soy terrorista, yo soy estudiante de 16 años y necesito mi libertad. Estar contigo mamita. Te extraño con todo mi corazón y te agradezco por todo lo que has hecho por mí, por tu apoyo y por no dejarme solita en ningún momento. Te amo con mi alma porque el alma nunca muere. Eres una gran madre, doy gracias a Dios por mi madre que tengo y la familia que me dio.
No quiero hacerte sentir mal, mi reina, pero si no puedo estar con ustedes, no quiero estar con nadie. Prefiero morir y perdóname, pero es la verdad. A veces quiero hacerme daño a mi misma, ya no puedo más y prefiero matarme antes de seguir sufriendo…”.
Fuentes: efectococuyo
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