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Un plan para reconstruir Gaza incluye a 28 empresas: muchas afirman no estar involucradas

Un ambicioso plan para la reconstrucción de Gaza, presentado a funcionarios del presidente estadounidense Donald Trump, ha generado controversia luego de que más de dos decenas de empresas cuyos nombres y logotipos aparecen en la propuesta negaran cualquier participación o conocimiento del proyecto.


El documento, elaborado por empresarios vinculados a la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), propone la creación de una nueva entidad denominada Gaza Reconstitution, Economic Acceleration and Transformation (Great) Trust, que estaría encargada de liderar la reconstrucción económica del enclave tras la guerra.

La presentación incluye los logotipos de compañías como Tesla, Amazon Web Services, Ikea y Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (Tsmc), junto con referencias a megaproyectos de “infraestructura clave”, como centros de datos, “gigafábricas” y una “Zona de Fabricación Inteligente Elon Musk” para vehículos eléctricos.

Sin embargo, las empresas involucradas, 28 en total, negaron a la revista Wired cualquier vínculo con la iniciativa. “Esta información fue sorprendente y nueva para nosotros. No hemos aprobado el uso del logotipo de Ikea en este contexto”, dijo Arvid Stigland, portavoz de la marca sueca. Tsmc también rechazó su supuesta participación, asegurando que “no consintió el uso de su logotipo”. Otras compañías como InterContinental Hotels Group y la contratista de seguridad G4S emitieron declaraciones similares. Tesla, Amazon y Constellis no respondieron a las solicitudes de comentarios.

Una fuente conocedora de la presentación explicó que el documento fue concebido como un “ejercicio de investigación de mercado” para mostrar posibles socios industriales, no como un acuerdo formal o negociaciones en curso.

El Financial Times y The Washington Post revelaron que el plan fue desarrollado por Michael Eisenberg y Liran Tancman, empresarios israelíes y cofundadores de la firma de capital de riesgo Aleph, junto a un tercer socio no identificado. Ambos mantienen vínculos con la Coordinación de Actividades Gubernamentales en los Territorios (Cogat), el organismo israelí que supervisa la entrega de ayuda en Gaza.

La GHF, entidad central en este proyecto, se fundó a comienzos de 2025 para distribuir alimentos y suministros médicos en Gaza, pero ha sido objeto de denuncias. Médicos Sin Fronteras la acusó de intentar evadir los mecanismos de ayuda de la ONU, y un excontratista de seguridad aseguró que personal armado de la fundación disparó contra civiles palestinos, acusación que la organización niega.

El plan del Great Trust plantea una “custodia multilateral liderada por EE. UU.” sobre Gaza, con la participación de contratistas privados para la distribución de ayuda y la construcción de viviendas temporales, en coordinación con las Fuerzas de Defensa de Israel.

De concretarse, el proyecto daría a la GHF y a sus promotores un papel de gran influencia en la reconstrucción de la región. No obstante, la propuesta enfrenta serias dudas éticas, políticas y logísticas, además del rechazo de las empresas mencionadas sin consentimiento.

Mientras tanto, otros planes alternativos de reconstrucción —como los promovidos por el ex primer ministro británico Tony Blair o el grupo Palestina Emergente— apuntan a modelos menos centralizados y más orientados a la inversión gradual y a la recuperación económica local.

En medio de las discusiones sobre la “Gaza del futuro”, la prioridad inmediata sigue siendo el ingreso de ayuda humanitaria. Según cifras recientes, solo unos 20 camiones de suministros entran al territorio cada día, muy por debajo de lo necesario para aliviar la crisis humanitaria que atraviesa la Franja.


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