Shakira arranca aplausos en Quito al iniciar gira "Las mujeres ya no lloran World Tour”

Quito vibró este sábado al ritmo de Shakira. La artista colombiana transformó el Estadio Olímpico Atahualpa en el epicentro de la música latina, con un espectáculo que combinó energía, nostalgia y empoderamiento, en el primero de los tres conciertos que ofrecerá en Ecuador como parte de su gira mundial Las mujeres ya no lloran.

Ante unas 35.000 personas, la cantante irrumpió en escena pasadas las 9:45 p. m., luego de un montaje visual que repasó su trayectoria desde Pies Descalzos hasta sus más recientes éxitos. Apenas apareció, el estadio estalló en gritos y aplausos que marcaron el inicio de una noche que se extendió hasta la medianoche.

El diario ecuatoriano El Universo recogió que el repertorio fue un recorrido emocional: las baladas Antología e Inevitable despertaron la nostalgia de los asistentes, mientras que temas como La bicicleta y Chantaje transformaron las gradas en una pista de baile. Los nuevos sencillos de su álbum Las mujeres ya no lloran, entre ellos Monotonía y Copa Vacía, fueron coreados a una sola voz por miles de fanáticos que iluminaban el recinto con pulseras de luces multicolor.

La gira de Shakira ya se ha consolidado como la más taquillera de una artista latina, con más de 60 de sus 82 conciertos vendidos y más de 2,5 millones de boletos despachados en todo el mundo. La alta demanda llevó a que la cantante agendara tres presentaciones en Quito, que volverá a recibirla este domingo y el próximo martes.

La fecha tuvo además un simbolismo especial: el 8 de noviembre de 2011, Shakira recibió su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, convirtiéndose en la primera colombiana en lograrlo. Catorce años después, y a sus 48 años, la artista reafirmó su vigencia con un espectáculo de más de dos horas que demostró su capacidad para reinventarse y conectar con distintas generaciones.

El ambiente en la capital ecuatoriana fue una mezcla de euforia y emoción. A los pies del volcán Pichincha, Quito se convirtió en un “volcán de emociones”, como lo describieron algunos asistentes. Entre ellos, Sandra, de 52 años, destacó la fuerza que irradia la artista: “Una loba no compite con las de su especie. Las lobas se ayudan y protegen”, dijo. También Luciana, de apenas nueve años, aseguró que la “artista es súper buena gente” y que la había querido ver “desde que era muy chiquita”.

Sobre el escenario, Shakira combinó su inconfundible voz con coreografías precisas, cambios de vestuario, pantallas de gran formato y efectos de luces que narraban visualmente cada canción. Pero el punto más intenso de la noche llegó cuando interpretó Soltera, tema que marcó un momento de catarsis colectiva: el público la acompañó en un canto de libertad y resiliencia.

El cierre fue apoteósico. Tras Waka Waka, el estadio se rindió definitivamente con BZRP Music Sessions Vol. 53, mientras en las pantallas aparecían los “mandamientos de la loba”, entre ellos: “Elegirás tu camino sin que nadie te lo imponga” y “Una loba no codicia los bienes ajenos, ¡claramente!”.

Con esa energía, Shakira dejó claro que su rugido sigue más vivo que nunca.

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